1 kg de harina,
40 g de levadura prensada,
80 g de azúcar,
1/2 l de leche templada,
50 g de mantequilla,
2 huevos,
1 cucharadita de sal,
la corteza de 1 limón rallada
3 yemas de huevo,
200 g de azúcar en polvo,
4 cucharadas de agua
Para la bandeja del horno: margarina
Engrasar dos bandejas de horno.
Con los ingredientes de la harina y la corteza de limón rallada, preparar una masa fermentada.
Dividir la masa en 26 trozos del mismo tamaño.
Con 20 trozos hacer tiras de 35 cm de longitud y con ellas hacer una reja.
Engrasar una fuente resistente al fuego de 17 cm de diámetro, colocar encima la reja, apretarla y cortar los bordes de
masa que sobresalgan.
Con dos trozos de masa hacer tiras de 40 cm de longitud, enrollarlas formando un cordón, colocarlo en redondo como pie
de la cesta, untar las puntas con yema batida y apretarlas.
Con otros dos trozos de masa en tiras hacer el asa de la cesta enrollando las tiras alrededor de un alambre arqueado;
las puntas del alambre se introducen luego en la cesta.
Con las otras tres partes de masa se hacen tiras, se trenzan, se colocan alrededor del borde superior de la cesta, se
pintan las puntas con yema y se aprietan. Calentar el horno a 220º.
Pintar la cesta con la yema batida y cocerla 45 minutos en la parte baja del horno; a los 15 minutos se tapa con papel
barba.
Pintar las distintas partes con yema y cocerlas 25 minutos. Batir el azúcar en polvo con el agua hasta conseguir una masa
espesa y unir con ella todas las partes de la cesta. Colocar el asa clavando las puntas del alambre en la cesta.
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