PARA 2 PANES MEDIANOS
MASA DE CASTAÑAS:
25 g de levadura de panadero fresca
50 ml de agua tibia
3 cucharadas de azúcar
175 ml de leche, escaldada y enfriada
1 cucharadita de sal marina fría
unos 400 g de harina de fuerza, no blanqueada
artificialmente
60 g de mantequilla, derretida
225 ml de puré de castañas dulce
285 g de castañas enteras cocidas(una lata de 425 g, escurrida)
MASA DE TÉ VERDE:
25 g de levadura de panadero fresca
50 ml de agua tibia
3 cucharadas de azúcar
175 ml de crema agria, a temperatura ambiente
50 g de mantequilla, derretida
1 cucharadita de sal marina fina
1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
unos 300 g de harina de fuerza, no blanqueada
artificialmente
3 cucharadas de té verde japonés
GLASEADO:
1 yema de huevo
1 cucharada de mirin (vino para cocinar japonés)o vino blanco ligero
1 cucharada de salsa de soja
1 cucharada de agua
2 moldes para pan de 450 g, bien engrasados
Para preparar la masa de castañas, desmenuce en un cuenco grande la levadura sobre el agua y mezcle bien hasta que se
amalgamen.
Agregue el azúcar, leche y sal.
Incorpore la mitad de la harina y mezcle; luego agregue la mantequilla derretida, el puré de castañas y el resto de la
harina y mezcle para obtener una masa blanda pero no pegajosa.
Agregúele más harina si fuese necesario.
Deje reposar durante 5 minutos.
Vuelque la masa sobre la superficie de trabajo enharinada y amásela a fondo durante 10 minutos.
Devuelva la masa al cuenco limpio y ligeramente frotado con mantequilla; luego, gire la masa hasta que esté recubierta
con una capa fina de mantequilla.
Tape con una película de plástico y deje levar la masa hasta que haya doblado su tamaño, unos 45 minutos en una cocina
caliente.
Mientras tanto, prepare la masa de té.
Desmenuce la levadura en una jarra, añada el agua y el azúcar y remueva hasta que se amalgamen.
Mezcle la crema agria, la mantequilla derretida, sal y bicarbonato en un cuenco grande.
Agregue la mezcla de levadura y remueva.
Tamice la harina y el té en polvo sobre la mezcla de levadura y amase a fondo hasta obtener una masa uniformemente coloreada,
blanda, pero no pegajosa.
Si la masa parece muy pegajosa, añádale un poco más de harina; si observa migas secas en el fondo del molde o la masa
le parece seca, agregúele más agua.
Amase y deje levar como en el caso de la masa de castañas; calcule 1 hora.
Aplaste la masa de castañas levada para deshincharla y amásela suavemente cinco o seis veces en el cuenco.
Deje levar la masa de nuevo, justo como antes, hasta que haya doblado su tamaño.
Amase de nuevo la masa de castañas y vuelqúela sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada.
Amásela suavemente dos o tres veces; después incorpore las castañas de una en una, éstas empezarán a desmenuzarse y la
masa parecerá plástico, pero continúe incorporándolas y amasándolas.
Deje reposar durante 5 minutos.
Aplaste la masa de té levada, vuelqúela sobre la superficie de trabajo y amásela durante 1 minuto.
Corte la masa por la mitad y reserve una parte para el segundo pan.
Extienda la porción de masa de té y forme un rectángulo de 20 x 30 cm, al que dará 1,5 cm de grosor en un extremo y 5
mm en el otro.
Repita la operación con la mitad de la masa de castañas.
Extienda la masa de castañas sobre la masa de té, colocando el extremo fino de una masa sobre el grueso de la otra, dejando
que el extremo grueso de la masa de castañas se extienda ligeramente por encima del de la masa de té verde. Enrolle el rectángulo
a partir de un extremo corto para obtener un cilindro limpio, al igual que haría con un brazo de gitano.
Póngalo en el molde preparado, y coloque las junturas hacia abajo.
Esto forma una espiral u ola (en japonés, un tsunami) al cortar el pan.
Repita con las segundas mitades de la masa de té y castañas.
Cubra los panes y déjelos levar como antes, hasta que hayan doblado su tamaño.
Calcule 43 minutos en una cocina caliente.
Al finalizar el tiempo de levado, precaliente el horno a 190 °C.
Mezcle los ingredientes del glaseado.
Destape los panes y pincélelos con el glasearlo (puede utilizar un glaseado de yema y agua, si lo prefiere). Hornee de
30 a 35 minutos hasta que los panes estén dorados y al golpear la base con los nudillos de la mano suenen a hueco.
Vuelqúelos y déjelos enfriar sobre una rejilla metálica.
Es preferible degustar el pan en el transcurso de 3 días.
No se congela demasiado bien.
No se recomienda emplear granulos de levadura seca.
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