PARA 10 PANECILLOS
800 g de harina blanca al 50 % (o 750 g de harina
de fuerza y 40 g de harina Integral)
20 g de sal marina fina
10 g de levadura de panadero fresca
25 g de Impulsor de masa acida blanda (véase técnicas)
unos 500 ml de agua tibia
varias placas para hornear
Mezcle la harina y la sal en un cuenco mezclador grande. Desmenuce la levadura en otro cuenco, agregue el impulsor y tres
cuartos del agua y remueva hasta que estén bien amalgamados.
Agregue la preparación a la mezcla de harina y amase ambas, mientras añade el agua restante, la suficiente hasta conseguir
una masa ligeramente firme.
Vuelqúela sobre la superficie de trabajo y amásela a fondo durante 10 minutos: ha de quedar muy elástica.
Coloque, de nuevo, la masa en el cuenco, cúbrala con una lámina de plástico y déjela levar en un lugar caliente, aproximadamente
durante 1 hora, hasta que haya doblado su tamaño.
Aplaste la masa levada y vuelqúela sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada.
Divídala en 20 porciones iguales.
Extienda cada una con las manos y forme una especie de salchicha de 16 cm de longitud.
Haga panecillos en forma de X sobre las bandejas de hornear, con dos salchichas para cada uno.
Tape y deje levar como antes, hasta que los panecillos hayan doblado su tamaño, alrededor de 15 minutos.
Mientras, precaliente el horno a 220 °C.
Destape los panecillos y hornéelos durante unos 20 minutos, o hasta que estén bien dorados.
Déjelos enfriar sobre rejillas metálicas.
Es preferible degustar los panecillos en el transcurso de 24 horas.
Una vez fríos, pueden congelarse hasta un mes.
Puede utilizar 5 g (aproximadamente 2/3 de un sobre de 7 g) de granulos de levadura seca, más fácil de mezclar, en lugar
de la levadura fresca. Mezcle la levadura seca con la harina y la sal; luego, agregue el agua y continúe con la receta.
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