Pasas de uva 200 g
Ciruelas pasas 100 g
Cáscaras de frutas surtidas abrillantadas, picadas 100 g
Almendras blanqueadas, picadas 100 g
Ralladura de limón
Ralladura de dos limones
Cardamomo molido ½ cdita. de té
Nuez moscada recien rallada ½ cdita. de té
Pimienta negra Una pizca
Extracto de vainilla ½ cdita. de té
Ron añejo 3 cdas. soperas
Levadura seca 6 cditas. de té
Leche tibia 250 ml
Harina 500 g
Sal 1 ½ cdita. de té
Azúcar refinada 100 g
Manteca o margarina sin sal, ablandada 150 g
Azúcar impalpable, para espolvorear Cant. necesaria
Poner las frutas secas, las cáscaras de frutas, las almendras, la ralladura de limón, las especias y la pimienta en un
bol. Agregar el extracto de vainilla y el ron; dejar todo en remojo 2 horas.
Esparcir la levadura en un tazón con leche. Dejar durante 5 minutos y revolver para que se disuelva. Mezclar la harina
y la sal en un recipiente grande. Hacer un hoyo en el centro de la harina y verter la leche con levadura.
Con una cuchara de madera, hacer caer harina de los costados del recipiente y mezclar con el líquido para formar una pasta
blanda.
Tapar con un paño de cocina y dejar "esponjar" unos 20 minutos, hasta que la pasta leude y haga espuma. Añadir
el azúcar y la manteca en el hoyo. Mezclar con la harina para formar una pasta blanda y firme.
Volcar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Amasar durante unos 10 minutos, hasta obtener una masa homogénea
y elástica.
Poner la masa en un recipiente enmantecado y tapar con un paño de cocina. Dejar leudar 1 ½ hora más o menos, hasta que
duplique su tamaño. Desinflar y dejar en reposo durante 10 minutos.
Sobre una superficie ligeramente enharinada, aplastar la masa con las palmas de las manos para formar un cuadrado de aproximadamente
3 cm de espesor. Esparcir la mezcla de frutas y almendras en forma uniforme sobre la masa y amasar suavemente hasta que se
incorporen todos los ingredientes.
Estirar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada para formar un óvalo de 35 cm de largo y 3 cm de espesor.
Poner sobre una placa de hornear enmantecada. Hacer unas marcas longitudinales en el centro. Doblar la masa por la mitad a
lo largo y dejar una solapa de 3 cm. Hacer presión en la solapa para sellar.
Con las manos formar una ondulación pequeña y redondeada en el centro. Tapar con un paño de cocina y dejar leudar aproximadamente
1 hora, hasta que doble su tamaño.
Llevar la masa al horno previamente calentado y dejar una hora y media hasta que el pan esté firme y el tenedor que uses
para pinchar en el centro salga limpio. Dejar enfriar sobre una rejilla de alambre.
Espolvorear con azúcar impalpable y guardar en un recipiente hermético, por lo menos durante una semana. Servir en rebanadas.
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